Conducir bajo los efectos del alcohol sigue siendo una de las principales causas de accidentes mortales, con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) reportando un aumento en las muertes relacionadas con DUI de 9,865 en 2011 a 10,322 en 2013. Según la NHTSA, la mayoría de los accidentes mortales de DUI involucran a conductores con una concentración de alcohol en la sangre (BAC) de 0.15 por ciento o más, casi el doble del límite legal. Un estudio de 2006 estimó que una muerte por conducir bajo los efectos del alcohol ocurre cada 30 minutos en los Estados Unidos.
Un caso trágico subraya los peligros continuos de conducir bajo los efectos del alcohol. Una mujer de 23 años fue sentenciada a 120 días de cárcel y un año de libertad condicional después de admitir que había estado bebiendo antes de un choque fatal que cobró la vida de un hombre de 23 años. Los fiscales inicialmente habían pedido una sentencia de siete años, pero el tribunal emitió una pena significativamente más baja.
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En la escena del accidente, la conductora le dijo a los oficiales que había estado bebiendo, y una prueba posterior de BAC reveló un nivel de 0.134 por ciento, muy por encima del límite legal. La familia de la víctima presentó una demanda por muerte injusta, que se resolvió por $650,000 antes de que el caso fuera a juicio.
Las leyes de DUI de Georgia pueden ser complejas, y las víctimas de accidentes de conducir bajo los efectos del alcohol a menudo enfrentan obstáculos legales al buscar justicia. El abogado de lesiones por DUI del condado de Clayton, Shane Smith, tiene experiencia en manejar casos de lesiones y muerte por DUI, asegurando que las víctimas y sus familias reciban la compensación que merecen.
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