En el episodio de esta semana de Mind Matters, la presentadora Kiley Como, Consultora Legal de Enfermería en Shane Smith Law, se sentó con Tiffani Netter, una madre resiliente y sobreviviente de una lesión cerebral traumática (TBI), para hablar sobre el accidente que cambió su vida y cómo está forjando un camino hacia adelante.
“Solo recuerdo despertarme enojada…”
La historia de Tiffani comienza con un violento choque automovilístico. Un conductor se pasó un semáforo en rojo y chocó contra el lado del pasajero del auto en el que ella y su esposo iban. El impacto fue tan severo que aplastó el lado del vehículo y lanzó la cabeza de Tiffani contra el ajustador del cinturón de seguridad. Aunque llevaba puesto el cinturón, el golpe en la parte posterior de su cráneo marcaría el inicio de una recuperación larga y dolorosa.
Ella no recuerda el choque en sí, pero sí los momentos después. “Solo recuerdo despertarme y estar muy enojada,” dice. Su confusión fue tan intensa que no reconoció a su propio esposo. “Recordé el logo en su camisa antes de recordarlo a él.”
Aunque Tiffani perdió el conocimiento varias veces en el lugar, fue trasladada a urgencias en ambulancia. Sorprendentemente, como no tenía heridas visibles ni huesos rotos, la dieron de alta ese mismo día. Pero la verdadera magnitud de sus lesiones —neurológicas, no ortopédicas— pronto sería imposible de ignorar.
Cuando urgencias no detectan la lesión
Una vez en casa, los síntomas se agravaron rápidamente. “No podía hablar. Estaba temblorosa, con náuseas y no podía caminar derecho. Perdí la memoria. No podía sentir el lado derecho de mi cuerpo.” Su casa tuvo que mantenerse oscura debido a la sensibilidad a la luz. El brazo de Tiffani fue puesto en un cabestrillo tras descubrir una separación en el hombro, pero sus lesiones más profundas estaban ocultas dentro de su cerebro.
Una resonancia magnética inicial no mostró lesiones catastróficas, y urgencias la consideraron estable. Pero como señala Kiley Como, las salas de emergencia están diseñadas para atender problemas inmediatos y que amenazan la vida. Las lesiones cerebrales que no sangran ni fracturan a menudo se pasan por alto en este entorno.
Por eso Tiffani y su familia insistieron en realizar diagnósticos avanzados, herramientas a las que muchos pacientes nunca tienen acceso.
DTI y VNG: Las herramientas que finalmente revelaron la verdad
Finalmente, Tiffani se sometió a dos pruebas que revelaron el alcance completo de su lesión cerebral traumática: Imagen por Tensor de Difusión (DTI) y Nistagmografía por Video (VNG).
El DTI mostró un daño extenso en la materia blanca de ambos hemisferios de su cerebro, lesiones que no sanarán. “El 75% de mi materia blanca está dañada,” comparte. “Mi tronco encefálico también está dañado. Esto no es algo que vaya a mejorar.”
La prueba VNG ayudó a explicar sus graves problemas de equilibrio, indicando daño en su sistema vestibular. Esa inestabilidad es ahora tan profunda que requiere un perro de servicio grande entrenado para alertar, proteger y asistirla antes y durante episodios repentinos de mareo o convulsiones.
El diagnóstico: difícil de escuchar, más difícil de vivir
Las pruebas cognitivas de Tiffani pintaron un panorama sombrío: la función cerebral se ubicó en el 1% inferior en atención, memoria, velocidad de procesamiento, función ejecutiva y coordinación.
Pero ella no se rinde.
Cada día, Tiffani lucha por reentrenar su cerebro mediante terapia neurocognitiva. Está reconstruyendo el habla, las habilidades motoras finas y la regulación emocional desde cero. “No puedes rendirte solo para ser ‘normal’,” dice. “Tienes que luchar por tu nueva normalidad.”
Defiéndete cuando los médicos no lo hacen
Quizás el mensaje más poderoso que comparte Tiffani es la importancia de la autodefensa.
Demasiadas veces fue ignorada. “Tuve neurólogos que decían, ‘¿Por qué crees que son convulsiones?’” Pero ella sabía que algo estaba mal y buscó respuestas. “Recomiendo que todos se hagan un DTI. Necesitas saber qué tan grave es, especialmente si no te están tomando en serio.”
Detrás de cada paso: familia, fe y apoyo feroz
Tiffani atribuye su capacidad para seguir adelante a su sistema de apoyo inquebrantable: su esposo, su suegro, su cuñada e incluso su hija de 7 años, que la ayuda con matemáticas todos los días.
“Hay días en que todavía no puedo hablar. Días en que no puedo caminar bien. Pero mi hija dice, ‘Mamá, tienes un corte en el lado derecho,’ porque no puedo sentirlo. Sé que está bien no estar bien, porque no estoy sola.”
Reflexiones finales
El mensaje de Tiffani para otros sobrevivientes es simple pero profundo:
- Defiéndete.
- Haz la rehabilitación cognitiva.
- Acepta tu nueva normalidad.
- Construye un sistema de apoyo.
- Y nunca dejes de luchar.
Si tú o alguien que amas sufre una lesión cerebral traumática, sabe que no estás solo. Hay ayuda. Hay esperanza. Y hay personas que se preocupan.
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